La educación es un derecho humano habilitante, reconocido en la Constitución Mexicana. No dejar atrás ningún estudiante, es una obligación del Estado Mexicano hacia todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. La pandemia en 2020 interrumpió los ciclos tradicionales del proceso educativo y la posibilidad de perder logros alcanzados, como el crecimiento de la matrícula, la eficiencia terminal, el mejoramiento de la infraestructura física y mobiliario, la calidad de la educación, el fortalecimiento de la población vulnerable o en desventaja, y la inserción exitosa de nuestros egresados en la sociedad a través del empleo o el emprendimiento.

Datos del Banco Mundial, el 100% de las y los alumnos de educación superior en América Latina interrumpieron sus clases por la propagación del virus. Se afectó la totalidad de los estudiantes en los primeros niveles de ingreso. Las consecuencias sociales, económicas y académicas pueden ser devastadoras si no se toman medidas innovadoras e incluso disruptivas para continuar con los procesos educativos. Podemos perder estudiantes y ellos ponerse en una situación de mayor vulnerabilidad y debemos asumir con responsabilidad medidas que mitiguen los efectos de este año de pandemia, como el deterioro de la salud mental y la pérdida de aprendizajes.

El Modelo CASA EMS 2.0 permite la elección colegiada de las instituciones de educación Media Superior y Superior entre modalidades educativas como presencial, híbrido y a distancia para operar en el contexto donde la educación es una actividad esencial para el funcionamiento óptimo del país en el marco de la pandemia provocada por el virus SARS-COV2 como estipula el Acuerdo 23/08/21 publicado en el DOF: 20/08/2021. Su finalidad es mejorar la experiencia del estudiante, así como el proceso de aprendizaje sin dejar de lado su seguridad, la de maestros y maestras y personal de apoyo.