Flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y chocolate, papel picado, pan de muerto, agua, velas, fruta, vino, y la comida y bebida favorita de aquellos antepasados a quienes se recuerda con los altares de muertos, fue lo que predominó en todos los Colegios de Bachilleres del Estado de Chihuahua (COBACH) en la tradicional celebración del Día de Muertos.

En cada uno de los 31 planteles del COBACH de las Zonas Norte, Centro y Sur, alumnos y docentes echaron a volar su creatividad para recopilar y organizar cada uno de los elementos que son imprescindibles en los altares de muertos para honrar la memoria de quienes ya no están, preparándose para recibir sus almas en el mundo de los vivos, aunque solo sea por una noche.

El resultado fue extraordinario, la mezcla de colores, olores y sabores de cada una de las ofrendas montadas en los planteles, en medio de su originalidad resaltaron los elementos que nos distinguen como mexicanos.

Algunos de los altares fueron montados en las instalaciones de los planteles, sin embargo, con la idea de interactuar con las comunidades, algunos fueron dispuestos en plazas públicas, mientras que el plantel de Ojinaga fue invitado a poner su altar en el Consulado Mexicano en Presidio, Texas.

Además, alumnos y maestros organizaron concursos de catrinas, calaveras, canto y danza, también hubo exposición de alebrijes y kermes.

Por medio de estas actividades que año con año celebra el COBACH, se mantienen vivas las tradiciones mexicanas y se inculcan en los estudiantes, valores como el trabajo en equipo y la fraternidad.

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