Familia

¿Qué es el acoso escolar?

Es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.

El acoso escolar puede causar daños físicos, sociales o emocionales en quienes lo sufren. Los estudiantes que son víctimas de acoso escolar no suelen defenderse, al principio creen que ignorando a sus agresores, el acoso se detendrá. Tampoco suelen decir a sus padres y maestros que están siendo acosados por temor. Por ello es necesario generar en la familia apertura para que los hijos nos cuenten lo que ocurre en la escuela e intervenir para detenerlo.

 

¿Quiénes participan en situaciones de acoso escolar?

En el acoso escolar intervienen: los agresores, las víctimas y los testigos, los testigos son alumnos, docentes u otros miembros de la comunidad escolar que presencian las agresiones hacia las víctimas. Estos últimos juegan un papel muy importante pues suelen estimular las agresiones, cuando se ríen, aplauden, felicitan a los agresores o por el contrario apoyando a las víctimas, denunciando el acoso.

 

¿Cómo se reconoce el acoso escolar?

El acoso escolar tiene características particulares que lo distinguen de otras formas de violencia. A continuación se presentan algunas de sus características para identificarlo:

Es acoso escolar:

  • Es una conducta violenta o agresiva que se repite y que se da de manera constante.
  • Las agresiones se presentan durante un largo periodo.
  • Es intencional. Las agresiones buscan provocar un daño.
  • En el acoso escolar intervienen tres actores principalmente: las víctimas, los agresores y los testigos (alumnos o docentes de la escuela que observan las agresiones).

No es acoso escolar:

  • Cualquier forma de maltrato o violencia de los adultos hacia los alumnos de la escuela.
  • Una pelea ocasional entre alumnas o alumnos.
  • Una broma o un juego en el que los involucrados intercambian las agresiones.
  • El uso de groserías “consentido o permitido” entre compañeros.
  • Las situaciones anteriores, son formas agresivas o violentas de relacionarse que pueden ocurrir en la escuela y que también requieren atención. Sin embargo, no son acoso escolar.

 

La colaboración entre la familia y la escuela.

Los hijos son reflejo de los padres por eso reconocemos que es en el hogar donde aprenden a convivir y a comportarse de acuerdo a ciertos valores que la familia le ha transmitido.

Pero la familia no es la única responsable de formar a los niños y las niñas para que desarrollen su potencial y puedan ser personas de bien. Familia y escuela comparten la responsabilidad de educar a la infancia. Uniendo esfuerzos se puede prevenir y corregir las faltas de respeto y el comportamiento violento de niñas, niños y adolescentes.

Para detectar y atender los problemas de indisciplina, vandalismo y otras formas de violencia, las familias deben colaborar directamente con la escuela de sus hijos y participar en las actividades realizadas por el Consejo Escolar de Participación Social a través del comité para el desaliento de las prácticas que generan violencia entre pares.

 

Algunas señales de que su hijo vive acoso en la escuela pueden ser:

Le hacen bromas pesadas con frecuencia; le han puesto apodos ofensivos o que lo hacen sentir mal; constantemente lo ponen en ridículo o se burlan de él o de ella.

Siempre pierde sus libros, su dinero y otras cosas, o se las rompen o esconden; o bien, pide dinero extra o lo roba para contentar a sus agresores.

No le gusta salir al recreo, busca quedarse cerca del profesor o de otros adultos.

Seguido llega con moretones, heridas, cortadas, arañazos o llega con la ropa rota.

Cuando tiene que hablar delante de los demás en la clase se siente inseguro, tiene miedo y se pone muy nerviosa o nervioso.

Otros niños o niñas escriben ofensas en sus cuadernos, se los rayan o se los rompen.

Casi siempre está triste y preocupado.

No tiene amigos, nunca o casi nunca lo invitan a fiestas y hace los trabajos en equipo solo. En la escuela dice que está solo todo el tiempo.

Cuenta que uno o varios niños lo empujan, le pegan.

Tiene miedo de ir a la escuela, ha perdido el interés por el trabajo escolar y ha bajado sus calificaciones.

Si lleva comida a la escuela, pide cosas extra o que no le gustan.

Va y viene de la escuela por rutas distintas.

 

¿Qué hacer si mi hijo vive acoso escolar?

Reconozcan que tienen un problema.

Platiquen para saber qué está pasando. Si es necesario hable con sus amigos, maestros, amigos y familiares.

Reconozcan juntos que enfrentan un problema. El acoso y la violencia entre compañeros.

No es algo normal. No se debe justificar con la idea de que "los niños son crueles".

Mantenga la calma. No se asuste ni se enoje, pero tampoco le haga sentir que es un asunto sin importancia.

 

Dé seguridad a sus hijos.

Hágalo sentir que su familia lo protege, que puede confiar en usted y hablar de lo que le pasa.

Deje que se desahogue. No lo juzgue, ni interrumpa su relato con reclamos como ¿Por qué te dejas?

Mantenga la calma y no exagere. Si ve que usted está demasiado preocupado se puede asustar.

Hágale sentir que usted le puede ayudar y que lo protegerá.

Ayúdele a comprender que aunque no se haya defendido, NO ES CULPABLE de lo que sucede.

Ayúdelo a comprender que es una persona valiosa y tiene derecho a ser respetado.

 

Proteja a sus hijos y trate de resolver el problema.

No evada el problema con comentarios como "no te preocupes, estás exagerando" o con promesas de cambiarlo de escuela. Si no se enfrenta el problema, el acoso escolar lo seguirá a donde vaya.

Evite la violencia. No recomiende "pégale más fuerte" o que busque venganza. Motívelo a que juntos buscarán una solución solicitando apoyo a los maestros o especialistas. Recuerde que lo importante no es callar, si no actuar.

Acuda a la escuela para hablar con las autoridades y con los maestros para solicitar que atiendan el problema entre todos.

Si su hijo se encuentra muy lastimado, busque ayuda psicológica.

 

En la comunidad educativa todos somos responsables de atender el acoso escolar: autoridades, directores, docentes, familias y alumnado.